El estreñimiento (constipación) crónico es una afección común relacionada con la funcionalidad del intestino grueso y es una queja usual tanto en los pacientes en general como de parte de sus cuidadores en aquellos casos de dependencia física, ocasionando mucha angustia y en algunos casos síntomas molestos
Aproximadamente el 30% de los mayores de 60 años pueden experimentar éste problema, pero la frecuencia de presentación puede verse incrementada en función de algunos factores de riesgo como por ejemplo: pobre ingesta de agua, dieta baja en fibra, poca actividad física, padecer de algunas enfermedades específicas o la ingesta de ciertos medicamentos.
Debido a que los hábitos intestinales pueden ser muy variables, es preciso definir el estreñimiento como la condición en que la persona tiene menos de tres evacuaciones o deposiciones a la semana siendo estas generalmente dificultosas, secas y duras. Es un proceso insidioso de inicio lento y curso progresivo.
Existen varias categorizaciones del estreñimiento según su causa (primarias o secundarias) y según la velocidad del tránsito intestinal (normal o lento) pero siendo que la consecuencia será la misma, resulta más práctico desde el punto de vista preventivo conocer algunas condiciones particulares que pudieran contribuir al desarrollo o empeoramiento del problema.
En ese sentido es oportuno conocer que hay ciertas enfermedades que suelen acompañarse de estreñimiento: Diabetes Mellitus, Hipotiroidismo, Depresión, Enfermedad de Parkinson, Enfermedad Cerebrovascular entre otras; por lo que en estos casos las medidas de control y seguimiento deben tomar en cuenta la ocurrencia de gran dificultad para las deposiciones.
Igualmente, la ingesta de ciertos medicamentos, necesarios en el tratamiento de algunos problemas, pueden contribuir con la severidad del estreñimiento, tal es el caso de: hematúricos o derivados de hierro, calcio, antiácidos, analgésicos opioides como la morfina, anticonvulsivantes, antidepresivos, antipsicóticos, etc.
Es importante resaltar que existen señales de alerta que deben tomarse en cuenta para buscar una orientación más profunda en vías de detectar trastornos o patologías más severas (obstrucción o malignidades) que pueden ocultarse detrás de un estreñimiento crónico. Debemos vigilar si el mismo se presenta de forma súbita e inicial después de los 60 años, si se acompaña de pérdida no intencionada de peso, distensión abdominal importante asociada a vómitos, así como la presencia de sangre en las heces, fiebre o anemia. Hay signos o síntomas que pueden percibirse como extraños, pero son comunes en esta situación, tal es el caso de la expulsión de moco o la sensación de evacuación incompleta. Una complicación frecuente del estreñimiento severo es la retención urinaria aguda, condición en la que las heces retenidas bloquean la válvula de escape de la vejiga urinaria y el paciente se "tranca", no puede orinar y presenta alto riesgo de desarrollar infecciones urinarias severas.
Esta complicación debe resolverse con el drenaje de la vejiga por medio de una sonda, mientras se regularizan las evacuaciones específicas.